La Azucarera de Portas y su mirador panorámico

La Azucarera de Portas y su mirador panorámico

  Azucarera de Portas

Vista de la Azucarera de Portas

Souto
Portas (Santa María)
36658 Portas
Pontevedra

La Azucarera de Portas es uno de los mejores ejemplos la industrialización que podemos encontrar en Galicia. Este imponente edificio, es una antigua fábrica de azúcar hoy reconvertida en un centro multiusos, que llama la atención de propios y extraños debido su gran chimenea que puede verse a varios kilómetros de distancia. La Azucreira (como se conoce en gallego), se encuentra en el ayuntamiento de Portas, cerca de Caldas de Reis, lugar por donde pasa el Camino Portugués a Santiago de Compostela. Lo que hace que se convierta en una visita casi obligada para peregrinos y curiosos a su paso por la comarca do Salnés.

Mirador panorámico Azucarera de Portas

Chimenea reconvertida en mirador panorámico de la Azucarera de Portas

El mirador panorámico de la Azucarera de Portas

Este símbolo del proceso de industrialización gallego, se ha convertido en un mirador panorámico, que promete la mejor vista de toda la zona gracias a los 65 metros de altura de su chimenea. Se puede subir en ascensor o a pie por los escalones exteriores que trepan por sus paredes. Desde lo alto de su mirador, situado en la parte superior de la chimenea, los visitantes podrán contemplar el paisaje privilegiado del concello de Portas, y perder la vista en el horizonte de los municipios que limitan con el valle en el que se encuentra la Azucarera (Vilagarcía de Arousa, Caldas de Reis, Barro y Meis), y del río Umia en su encuentro con el mar en la ría de Arousa.

Fachada de la Azucreira de Portas

Fachada de la antigua fábrica de la Azucarera

Historia de la Azucarera de Portas

Hay que remontarse más de 100 años atrás para ver el nacimiento de este gigante industrial de Galicia, que surge a finales del siglo XIX, concretamente en 1899. La Azucarera gallega aparece en el contexto de la guerra con EE.UU. y tras la pérdida de las colonias como Cuba y Filipinas, con los efectos colaterales que esto provocó sobre la producción de azúcar que venía desde el país caribeño para abastecer al resto de España. Fue así como un conjunto de cubanos repatriados y de empresarios españoles, previendo la escasez de azúcar en los años venideros, decidieron abrir diferentes azucareras de remolacha en todo el país. Y una de ella fue la de Portas.

La Azucarera de Portas fue la razón por la que en el concello se tuviera ferrocarril durante décadas. Aunque la vida de la azucarera no duró mucho. Su primera producción se obtuvo en 1901 y la última en 1903, año en el que se produce el cierre de la fábrica debido a la incapacidad del mercado español de absorber toda la producción de azúcar junto con otras circunstancias socio económicas de la época. La competencia de la Azucarera de Portas con su homónima de Padrón en la captación de suministro y en la búsqueda de mano de obra, junto con la imposibilidad de reconvertir el sector agrícola para aumentar la producción de remolacha, aceleraron su final. Posteriormente la bajada de precio de la importación de la caña de azúcar, hizo innecesaria su existencia llevando a su quiebra y a su posterior cierre.

Chimenea y mirador panorámico de Portas

Escaleras de la chimenea que conducen al mirador panorámico

Rehabilitación y reconversión en Centro sociocultural

Tras largas décadas de decadencia y desuso la Azucarera de Portas pasó al ostracismo. Fue en 2003 cuando el ayuntamiento de Portas decidió rehabilitarla, conservando su estructura original y dándole un uso socio-cultural y lúdico. Actualmente la Azucarera de Portas es un espacio muy característico, que combina tradición y modernidad.  La antigua fábrica se ha convertido en un punto de encuentro para los visitantes y vecinos del concello. Hoy alberga una Galescola, un auditorio al aire libre y una sala de exposiciones abierta al público.

mirador panorámico de la Azucarera de Portas

La chimenea de la Azucarera de Portas mide 65 metros

 

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2 Comments
  • Pepi Martínez Font
    Posted at 11:09h, 05 noviembre Responder

    Interesante ejemplo de edificio patrimonial de uso industrial convertido en polo de atracción turística. Imagino que su corta vida no dió pié a grandes influencias en el desarrollo económico del territorio donde se encuentra. Evidentemente habrá que llegarse a Portas para conocerlo.

    • Alberto Menendez Sanchez
      Posted at 13:17h, 27 noviembre Responder

      Es un ejemplo de aprovechamiento de los antiguos espacios industriales que había en Galicia en el S.XIX. Un edificio magnífico recuperado y reformado tras muchos años abandonado, y que hoy vive una segunda vida dando servicio a la comunidad. Ojalá en Galicia pueda desarrollarse el fenómeno del turismo industrial al igual que sucede en otros países de Europa y en lugares como Cataluña.

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